En el primer episodio de la quinta temporada de #NEUROconCIENCIA, el podcast de la Fundación AISSE, Paula Iglesias, neuropsicóloga, conversa con Pablo Duque, neuropsicólogo, y Jaime Paniagua, neurologopeda, sobre la relación compleja y bidireccional entre la cognición y el lenguaje. Este episodio explora cómo distintas funciones cognitivas sustentan y afectan el lenguaje, aportando datos valiosos desde la neuropsicología y la logopedia para la práctica clínica en neurociencia.
1. La Complejidad del Lenguaje como Función Cognitiva.
Uno de los primeros temas abordados fue cómo el lenguaje puede ser considerado como una parafunción cognitiva, según lo descrito por Jaime Paniagua. Este término se refiere a la idea de que el lenguaje, aunque tiene una topografía específica en el cerebro, es en realidad un constructo emergente de varias funciones cognitivas. Así, el lenguaje no solo abarca la percepción y el reconocimiento de sonidos verbales, sino también procesos como la memoria semántica, la memoria de trabajo, la inhibición, la praxia, etc.
Jaime sugiere que el lenguaje puede ser visto como un fenómeno derivado de la cognición general, que ha adquirido una representación cerebral gracias a la evolución. Pablo coincide en que el lenguaje está anclado en estructuras cerebrales específicas, pero destaca que estas áreas se interconectan con redes neuronales más amplias, permitiendo la integración de procesos cognitivos diversos, desde la atención y la percepción hasta el control motor.
2. La Evaluación del Lenguaje: Exploración Semiológica y Procesos Cognitivos.
La discusión avanzó hacia la semiología del lenguaje en patologías específicas como la afasia de Broca. Paula Iglesias mencionó algunos de los síntomas clave de esta afasia, como el agramatismo, la anomia y las dificultades para seleccionar fonemas adecuados, reflejando problemas en la memoria de trabajo y en la inhibición cognitiva. Jaime y Pablo coinciden en que estos síntomas evidencian la relevancia de analizar el lenguaje no solo como una entidad aislada, sino como un sistema multidominio en el que subyacen componentes cognitivos complejos.
La importancia de analizar la semiología del lenguaje radica en su capacidad para aportar información sobre la función cerebral afectada y para guiar intervenciones personalizadas. Por ejemplo, en la afasia de Broca, el aumento de la complejidad articulatoria o la longitud de las palabras pueden sobrecargar el sistema cognitivo del paciente. Los profesionales deben comprender qué funciones cognitivas específicas (como la atención o la memoria de trabajo) se ven afectadas para diseñar un tratamiento que aborde estos déficits.
3. Apraxia del Habla y Automatización en la Expresión Verbal
Una parte central de la entrevista fue el análisis de la apraxia del habla y su implicación en la capacidad de automatizar los movimientos necesarios para la producción del lenguaje. Paula señaló que, en pacientes con afasia de Broca, la apraxia puede interferir con la capacidad de organizar los movimientos orofaciales necesarios para emitir sonidos de manera fluida. Jaime explicó que, para estos pacientes, es crucial diferenciar entre habilidades automáticas y voluntarias, ya que llevar la producción verbal a un nivel voluntario puede aumentar la carga cognitiva y generar frustración.
La apraxia del habla se manifiesta con dificultades en la planificación y ejecución de los movimientos necesarios para el habla, aun cuando las habilidades motoras básicas están preservadas. Por esta razón, Jaime y Pablo sugieren que, en estos casos, los terapeutas deben apoyarse en tareas automáticas y gradualmente aumentar la complejidad, permitiendo al paciente reducir el esfuerzo consciente y facilitar la recuperación.
4. La Afasia Progresiva Primaria: Un Modelo de Deterioro Cognitivo en el Lenguaje
Otro punto abordado fue la afasia progresiva primaria (APP), un fenotipo de demencia que se caracteriza por la pérdida progresiva del lenguaje. Paula comparó la afasia de Broca con la APP no fluente o agramatical, destacando similitudes en la presentación clínica como la falta de fluidez, el agramatismo y la anomia. Sin embargo, la APP representa un modelo único, ya que implica una degeneración paulatina de las funciones lingüísticas, en lugar de una lesión repentina.
Jaime Paniagua enfatizó que, a diferencia de la afasia resultante de un ictus, donde el déficit puede ser localizado y compensado por otras áreas del cerebro, la APP representa una deconstrucción lenta de la cognición que permite observar cómo el lenguaje se degrada de manera gradual. Este proceso resalta la importancia de la red neuronal en el lenguaje, ya que la APP suele comenzar con anomias leves que progresan hacia un cuadro más severo, pudiendo afectar no solo la producción verbal, sino también la comprensión y la memoria semántica.
5. La Importancia del equipo en el tratamiento del Lenguaje
Finalmente, Pablo y Jaime subrayaron la importancia del trabajo colaborativo entre neuropsicólogos, logopedas y otros especialistas en la terapia del lenguaje. En este sentido, Jaime sugirió que los logopedas, al trabajar con patologías del lenguaje, deberían tener una comprensión profunda de la neuropsicología para evitar un enfoque excesivamente parcelado. Según él, el lenguaje es un proceso integrado y multifacético que no puede ser comprendido en su totalidad sin tener en cuenta los diversos componentes cognitivos involucrados.
Paula coincidió en que una intervención efectiva debe abordar las habilidades cognitivas subyacentes y utilizar estrategias que reduzcan la sobrecarga cognitiva. Esto implica no solo trabajar con tareas que mejoren la producción verbal, sino también adaptar el entorno comunicativo del paciente para maximizar su eficiencia y facilitar la participación activa en actividades diarias.
Conclusión
Este episodio resalta la interconexión entre el lenguaje y otros procesos cognitivos, subrayando la importancia de un enfoque integrador en la evaluación y el tratamiento de las patologías del lenguaje. La interacción entre los profesionales de la neurociencia clínica y su capacidad para abordar el lenguaje desde diferentes perspectivas no solo permite una mejor comprensión de este complejo fenómeno, sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes.
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