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Enfoques terapéuticos en logopedia

janayaojeda

 
 
 

El episodio 133 de #NEUROconCIENCIA, el podcast de la Fundación AISSE, estuvo dedicado a explorar los enfoques terapéuticos en logopedia, un campo esencial dentro de los equipos transdisciplinares en el abordaje de patologías neurológicas. Juan Anaya Ojeda, Jaime Paniagua y Naiara Pareja nos guiaron en una conversación enriquecedora sobre los retos, las reflexiones y las estrategias que pueden transformar la práctica logopédica, destacando tanto la importancia del acompañamiento terapéutico como la necesidad de repensar conceptos tradicionales.




Este capítulo es la ampliación de un episodio previo, que os recomendamos que visitéis antes, para poder aprovechar mejor la charla. Os dejamos un enlace a Spotify para escucharlo y la entrada con el resumen:






  1. La logopedia: una disciplina esencial


Desde el principio, se resalta la relevancia de la logopedia en el tratamiento de pacientes con patologías neurológicas. Aunque frecuentemente centrada en la rehabilitación de funciones perdidas, los enfoques logopédicos abarcan un espectro mucho más amplio, desde estrategias compensatorias hasta el acompañamiento en cuidados paliativos. Esta diversidad permite una adaptación a las necesidades individuales de los pacientes, promoviendo no solo la mejora funcional sino también la dignidad y la calidad de vida.


  1. Enfoques terapéuticos clave en logopedia


2.1. Enfoque restitutivo / restaurativo.


Este enfoque busca restablecer funciones perdidas, algo que, como señala Jaime Paniagua, no siempre es posible en pacientes con daño neurológico severo o enfermedades neurodegenerativas. En disfagia, por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas o la prehabilitación pueden formar parte de este enfoque. Sin embargo, la expectativa de restituir por completo puede generar frustración, tanto en terapeutas como en usuarias, si no se comunica adecuadamente.


2.2. Enfoque compensador o adaptativo.


El enfoque compensatorio implica desarrollar estrategias para superar deficiencias. Aunque, como comenta Juan Anaya, algunos lo perciben como un segundo plato, este enfoque es fundamental para mejorar la calidad de vida. Por ejemplo, adaptar la dieta en pacientes con disfagia o utilizar sistemas alternativos de comunicación. Naiara Pareja destaca cómo estas estrategias son más aceptadas en pediatría, mientras que en adultos a menudo se enfrentan a connotaciones negativas debido a las comparaciones con el estado previo del paciente.


2.3. Enfoques de mantenimiento y de contención.


En enfermedades neurodegenerativas o cuadros crónicos, la contención busca ralentizar el deterioro. Aunque este enfoque puede generar frustración en los terapeutas, Paniagua lo considera uno de los más importantes, ya que muchas veces salva vidas al prevenir complicaciones graves, como infecciones respiratorias en pacientes con disfagia.


2.4. Enfoque paliativo o de confortabilidad


Dentro de los cuidados paliativos, este enfoque prioriza el bienestar y la tranquilidad del paciente. Se trabaja para minimizar los signos de alarma durante la alimentación oral, sin recurrir a medidas invasivas. Como explica Jaime, también implica un acompañamiento emocional a los cuidadores, ayudándoles a comprender que la enfermedad, y no su actuación, es la responsable del deterioro del paciente.


2.5. Enfoque pedagógico


Este enfoque se centra en educar al paciente y a sus cuidadores sobre el funcionamiento de las alteraciones y las estrategias para manejarlas. En estadios iniciales de enfermedades neurodegenerativas, por ejemplo, la educación puede ser crucial para empoderar a los pacientes y prepararles para futuros retos.


2.6. Enfoque expectante


Cada vez más habitual en medicina, este enfoque implica observar cuidadosamente al paciente antes de intervenir. Como menciona Paniagua, hay situaciones en las que no actuar es la mejor opción, especialmente en trastornos funcionales o en casos donde la intervención podría empeorar la situación.


2.7. Enfoque transdisciplinar (desgraciadamente, por motivos organizativos, casi siempre interdisciplinar en la realidad)


La colaboración entre disciplinas es esencial en neurociencia clínica. Aunque los enfoques transdisciplinares (donde los roles se difuminan) son ideales, en la práctica suelen predominar los enfoques interdisciplinares, donde cada profesional contribuye desde su área de especialidad.



Reflexiones finales


Este episodio, una ampliación del capítulo sobre enfoques evolutivos. subraya la importancia de valorar todos los enfoques terapéuticos, más allá de la rehabilitación estricta. Como concluye Jaime Paniagua, los terapeutas que trabajan con enfermedades neurodegenerativas y crónicas deben reconocer el impacto de su labor, no solo en términos funcionales, sino también en la dignidad y la calidad de vida de sus pacientes.


Para los profesionales de la salud, este recordatorio de honestidad, empatía y acompañamiento es clave para evitar la frustración y fortalecer el compromiso con una práctica centrada en la persona.



 

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